La evolución lleva tiempo... Mucho tiempo... Incluso el cambio evolutivo más pequeño lleva decenas de miles de años y estos cambios nunca se producen por casualidad. Así que vamos a embarcarnos juntos en un viaje a través de la evolución de la piel...

Comenzamos nuestro viaje hace aproximadamente 1,9 millones de años. Hacía relativamente poco tiempo que habíamos pasado de chimpancés a nuestra raza humana, el Homo. Durante este proceso evolutivo, nuestros folículos pilosos se convirtieron en glándulas sudoríparas y perdimos casi todo el pelo. Esto significó que nuestra piel tuvo que adaptarse a muchos factores de los que nunca antes habíamos tenido que preocuparnos. Por ejemplo, tuvimos que hacer frente a la alta salinidad del sudor, a la luz UV directa del sol y a los patógenos (microbios malos) del entorno en el que nos encontrábamos.

Durante 1,9 millones de años, llevamos un estilo de vida de cazadores-recolectores en África. Éramos nómadas y estábamos constantemente en contacto directo con la naturaleza. Nuestra piel se adaptó a este estilo de vida, lo que significaba que estábamos constantemente en contacto con los microbios de la naturaleza (microorganismos unicelulares como bacterias, virus, hongos, protistas, arqueas, etc.).

Hace unos 8.000 años ocurrió algo extraordinario. Aprendimos a mejorar la tierra donde nos encontrábamos... Aprendimos a cultivar... Vivimos unos 8.000 años como agricultores y nuestra piel tuvo que intentar adaptarse a este estilo de vida.

En los últimos 100 años, nuestro modo de vida ha cambiado radicalmente. Nos hemos convertido en "personas urbanas en ciudades urbanas" y los que vivimos en el mundo occidental pasamos ahora cerca del 90% de nuestras horas de vigilia en interiores. La diversidad de microbios de la naturaleza que nuestra piel necesita para estar sana es cosa del pasado. Los microbios que nuestra piel encuentra hoy en día proceden en gran medida de entornos de oficina estériles, metros, autobuses, restaurantes, trenes y de nuestros hogares. Todos estos lugares contienen sobre todo microbios procedentes de otras personas.

Por si esto fuera poco, la industria del cuidado de la piel recomienda eliminar las sustancias naturales (sebo) que nuestra piel ha creado para funcionar sin vello. A continuación, la industria del cuidado de la piel recomienda que intentemos sustituir estas sustancias por, a menudo, ingredientes sintéticos.

Hoy en día, el 85%* de los adolescentes tienen algún tipo de acné y el 10,2%* de los adultos padecen eccema. El número de casos de afecciones cutáneas aumenta año tras año, mientras que el número de productos para el cuidado de la piel que se venden aumenta al mismo ritmo.

Además, los investigadores han descubierto en repetidas ocasiones que las personas de las sociedades cazadoras-recolectoras no padecen ni han padecido afecciones cutáneas. Por lo tanto, se puede concluir que la inflamación de la piel es un problema que ha surgido debido a nuestro estilo de vida urbano.

La definición de locura de Einstein es: "La definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente".

No podemos seguir tratando la piel de la misma manera que lo hemos hecho durante los últimos 100 años y esperar un nuevo resultado.

Tiene que haber un cambio radical, teniendo en cuenta para qué está hecha nuestra piel. No se pueden superar 1,9 millones de años de evolución.

*Estudios realizados en EE.UU.
https://health.ucdavis.edu/welcome/features/20090909_teen_acne/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4118692/